El Propósito de DIOS para tu Vida
Jun. 15:16 “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca…”
Sal.138:8 Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.”
El propósito y la misión vienen de Dios Todopoderoso; Dios no hace ninguna cosa al azar, ni porque se le ocurrió. Todas las cosas han sido creadas y diseñadas por un Dios sabio, y cuando creó al hombre, Dios lo creó a su imagen, varón y hembra los creó.
En Gén.1:28 Dios los bendijo y le manifestó el Propósito y la misión que tenían que hacer en la tierra:“...Fructificar y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”
Dios le da un mandamiento claro al hombre de fructificad, de multiplicad la tierra.
Llenad la tierra es erradicar lo malo y llenarlo con lo bueno; sojuzgad es hacer una violación contra el reino de las tinieblas; señoread es manifestar el liderazgo.
Usted debe fructificar en todo lo que haga y tener multiplicación en todo lo que emprenda para que toda la tierra sea llena precisamente de lo bueno y no de malo.
Cuando el hombre peca en Génesis 3, queda separado del propósito eterno y por lo tanto el hombre se arruina completamente y se extravío para siempre del propósito eterno. Pero sin embargo, Dios reafirma de nuevo el propósito cuando destruye la tierra por el diluvio y Noe es salvo en el arca.
Cuando Noé sale del arca, Dios vuelve a reafirmar el propósito y la misión que el hombre tenía que hacer; bendijo a Noé, a sus hijos y les dijo fructificaos multiplicaos y llenad la tierra.Gén. 9:7“Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella.”
Y así, el hombre se extiende y se multiplica.
Génesis 12, Dios llama al que hoy es considerado el padre de la fe en el cristianismo; un hombre que, en aquellos años era un idolatra, que adoraba a las estrellas, a los astros, que vivía lejos del eterno Dios, y sin embargo, Dios se le aparece en la tierra de Ur de los caldeos y le dice:“...Vete de tu tierra, y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”
Pablo en Gálatas nota que esas palabras que Dios le dio a Abraham, no eran solamente para la nación de Israel, sino también buscaban levantarle una descendencia que amara, que honrara a Dios y que extendiera la Gloria y el Poderío de Dios en las naciones.
Gál. 3:8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.
Dios desde entonces tiene un plan con todas las naciones…
Israel, la nación de Dios, no cumple eso. Cristo viene, le da la oportunidad, ellos la rechazan y Cristo los sentencia como nación cuando les dice: “el reino es quitado a ustedes y le será dado a una nación que produce los frutos del reino”,¿para qué?
Para que Dios cumpla la palabra que le dijo a Abraham en Génesis 12, de que serían benditas en él todas las familias de la tierra.
De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. Es decir, la escritura previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de ante mano la buena noticia a Abraham diciendo:“en ti serán benditas todas las naciones.”
El apóstol Pedro ratifica esta palabra, cuando escribe su primera carta y habla de la nación que Dios escogió para manifestar el propósito y la misión que nunca fue abortado de parte de Dios sino que se mantiene vigente solo el pueblo de Israel la aborto:“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.”
Ahora, Israel falló en su misión, han pasado dos mil años y todavía pareciera que en algunos lugares no se entiende el propósito, ni tampoco se quiere cumplir la misión asignada por Dios.
Una de las facetas en el propósito de Dios es la predicación y la salvación de las personas, pero que cuando Dios dio y Cristo restauró todas las cosas, mandó a que se hiciera discípulos, no a sacar gente de las naciones; sino que toda las naciones sean salvas a través de un pueblo y de una nación santa llamada Iglesia del Señor.
Lamentablemente la Iglesia pareciera que ha seguido los mismos pasos en muchas partes como la Nación de Israel: niñerías, malcriadeces, murmuraciones y un sentido de pequeños de pensamientos que la han tenido frustrada.
Pero cuando Cristo vino a salvar al hombre lo hizo para conectarlo al propósito eterno.
Cuando Cristo entra en la casa de Zaqueo, éste dice que si ha defraudado a alguien, él se lo devolverá cuadriplicado(Luc.19:8-10);y en eso Cristo declara una palabra y dice: “Hoy ha venido la salvación a esta casa por cuanto eres hijo de Abraham”; porque el Señor vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Zaqueo no siempre estuvo perdido, Zaqueo, como toda la nación de Israel, estaba apartado del propósito y de la misión de Dios, los Israelitas nunca quisieron asumir que ellos eran los porta voces, los que tenían que llenar la tierra y enseñar a las naciones los caminos de Dios.
Cristo habla que Zaqueo se extravió, como toda la nación, no solo de salvación, sino del propósito eterno de Dios y de la misión que Dios les había encomendado; por eso dice:“hoy ha venido la salvación”;porque si Zaqueo entendía el propósito, se activaría en él otra vez ese propósito eterno de Dios, se manifestaría en Zaqueo otra vez.
Cristo también expresó una palabra y dejó claro que, aunque no queramos hacerlo o que lo hagamos medianamente, esa es nuestra responsabilidad y daremos cuenta de cómo hemos sido fieles en cumplir o no la misión asignada:
“Id por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura. Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, vayan y hagan discípulos a todas las naciones.”
Entonces, ese propósito se manifiesta en una misión dada a todos, y, ¿cual es la misión? Predicar el evangelio del Señor.
En esa misión usted tiene un llamado específico y un llamado geográfico para cumplir su misión. No es solamente un llamado específico, sino un lugar geográfico clave.
¿Como usted sabe que ese lugar geográfico es especial para usted?porque más allá de las pruebas y de las adversidades que usted pueda tener, usted va a prosperar en todo lo que hace, en todo lo que emprenda.
En la misión que Dios le a encomendado a usted, también Dios le da un lugar claro y específico en donde cumplir esa misión; y la característica que le indica que ese es el lugar correcto,es que usted se multiplica, fructifica, usted llena el espacio, tiene entendimiento de cómo hacer una violación a las tinieblas y también levanta un liderazgo que pueda bendecir a los demás.
Cuando usted comienza y usted sabe que tiene un lugar específico en el plan de Dios y un lugar geográfico, es imposible que le vaya mal porque al lugar en donde Dios le asigna es un lugar en donde usted va a prosperar y va a bendecir.
Por eso, si usted es uno de los que dicen que han pasado años y no prospera, debe ver entonces cómo está con su propósito, cómo está enganchada su vida, debe preguntarse cómo está cumpliendo la misión de Dios, si se está transformando en un porta voz y en una persona transmisora del evangelio, si está en el lugar geográfico exacto.
A medida que usted es fiel en la misión, Dios le extiende hasta que llega a donde usted va.
Tenga la certeza que a donde usted se mueva usted va a prosperar, porque siempre en el propósito y en la misión de Dios está la bendición que se manifiesta en todo lo que usted hace, y créalo que siempre se va a manifestar eso.
Por otro lado, usted puede estar en el lugar geográfico correcto pero si se rehúsa a cumplir la misión en el propósito asignado, se le va a complicar todo, porque hay cosas que Dios dice:
“Yo quiero que entienda que si yo te planté aquí no es para hacer de ti un ególatra, ni tampoco tomarte como un testimonio referencial que nunca sale adelante, sino como una persona que manifiesta la gracia de Dios, que anuncia el evangelio y que está claro del por qué Yo te planté allí”.
Por eso lo primero que usted tiene que entender es que cuando usted está en un lugar, usted tiene que definir:
1.-¿Estoy plantando en el lugar exacto por Dios?¿Es mi Congregación realmente el lugar de mi bendición?
Si usted dice que si es el lugar de su bendición, ¿por qué lo sabe? No porque escucha buenas o medianas palabras, no es porque trae invitado, ¿por qué lo sabe?
Interiormente algo le dice que este es el lugar en el que Dios le ha plantado para que manifieste el reino de Dios.
Cuando usted se define en la parte espiritual y sabe por qué lo primero es lo espiritual y luego lo material, usted está claro que ha sido plantado aquí para manifestar el reino de Dios.
2.-¿Estoy yo cumpliendo la misión de Dios?¿Cómo estoy yo con respecto a predicar el evangelio, influir en vidas en el lugar asignado donde yo estoy, sea radio, televisión, universidad, empleo, trabajo?
¿Las personas saben que yo soy un linaje escogido, un real sacerdocio, una nación santa; o me conocen como uno que dice ir a la iglesia los domingos y se comporta como un diablo durante la semana? ¿Estoy yo cumpliendo la misión asignada cada vez que se hacen desafíos?
Usted tiene que definir esas cosas, porque las bendiciones que Dios ya le ha otorgado en Cristo no son para personas carnales, es para personas que manifiesta el reino de Dios y cumple la misión asignada por Dios.
3.-¿Estoy en el lugar geográfico exacto?Es decir, en este tiempo Dios me plantó aquí para hacer tal tipo de negociación o para ganar mis sustentos y para tener dinero para poder sembrar en el reino, para que se me active todo lo demás.
Yo tengo que entender que allí en donde estoy,Dios no me va hacer perder el tiempo sino que va a manifestar el poder de su presencia.
4.-¿Con qué gente me estoy rodeando?Porque para cumplir la misión asignada, usted tiene que unirse a personas del mismo espíritu.
Personas del mismo espíritu es como Caleb y Josué; los únicos de su generación a los que el Señor les permitiría entrar a la tierra prometida, y no sólo entrarían sino que también la poseerían,porque hubo en ellos otro espíritu,lo que les hizo permanecer en el Señor.
Usted debe cuidarse de con quien se une, con quien come, con quien se sienta, porque una mala conversación mata una semilla; una mala conversación le arruina una cosecha; una mala conversación le quita entrar en el propósito y en la misión divina.
Y usted está en el deber de detener una mala conversación; porque la Biblia dice:Sal.1:1-3 “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en sillas de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace prosperara”.
Cuando usted entiende que en la misión usted tiene un llamado específico, en un lugar geográfico específico, el Señor no dejará nada incompleto en usted, pues ya ha comenzado.Fil. 1:6 “... el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
¡Si usted camina en la misión, Dios va a completar todo lo que ya le ha otorgado!
Rom. 8:28 dice que aquellos que aman a Dios y que caminan de acuerdo a su propósito, todas las cosas les ayudan a bien.
En efecto, en el propósito de Dios todo le va ayudar a bien porque usted no camina por decisión o por voluntad humana, sino que usted entiende en dónde está plantado.
Toda vida humana tiene un propósito y tiene una misión asignada:“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones (...) No digas: soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. (...) Mira que te puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar” (Jer. 1:5, 7-10); y si usted ve esto, entonces entiende que ninguna vida es un accidente; por el contrario, toda vida humana tiene una misión y un propósito asignado de parte de Dios todopoderoso.
Pastor-Profeta: Víctor Rodríguez M.
Cel.: 8 424 19 66